¿Qué es el trauma somático y cómo queda grabado en tu cuerpo?
El trauma no es solo una experiencia del pasado: es una huella que permanece viva en el sistema nervioso, condicionando cómo sentimos, actuamos y percibimos el mundo. El sistema nervioso autónomo entra en hiperactivación o colapso, alterando funciones fisiológicas básicas.
Cambios fisiológicos en el cuerpo traumatizado
- Hiperactivación crónica o colapso del sistema nervioso autónomo
- Alteración del eje intestino-cerebro: pérdida de diversidad en la microbiota, inflamación y permeabilidad intestinal
- Memoria traumática almacenada como síntomas físicos: tensiones, dolores, bloqueos
Enfermedades autoinmunes y trauma emocional
Más del 50% de las personas con enfermedades autoinmunes presentan síntomas de salud mental como ansiedad o depresión, según estudios publicados en Rheumatology por Cambridge y el King’s College. No es casualidad: el cuerpo también es el escenario del trauma.
El eje intestino-cerebro y su vínculo con las emociones
El intestino posee su propio sistema nervioso (sistema nervioso entérico) y se comunica con el cerebro a través del nervio vago. En personas con trauma no resuelto, esta comunicación se distorsiona:
- El intestino interpreta amenaza incluso sin peligro real.
- El sistema inmune se activa de forma crónica, generando inflamación.
- Procesos como la digestión y la reparación celular se inhiben.
Disociación, partes internas y autoexigencia extrema
Muchas personas con trauma temprano, relacional o complejo se sienten desconectadas del cuerpo, incapaces de poner límites o cargan con una sensación de “algo está mal en mí”. Desde modelos como la terapia de partes, entendemos esto como fragmentación interna:
- Una parte complaciente que busca aceptación.
- Otra crítica y autoexigente.
- Otra que se desconecta para sobrevivir.
- Otra que habla en forma de síntomas físicos.
Escuchar y reintegrar estas partes es un proceso profundo de sanación.
Terapia corporal y emocional: un camino hacia la integración
Una proceso terapéutico basado en el vínculo, puede ayudarte a reconectar con tu cuerpo y crear nuevas experiencias emocionales seguras. No se trata solo de hablar, sino de habitar de nuevo tu mundo interno.
En terapia trabajamos con:
- Regulación del sistema nervioso (teoría polivagal, respiración, grounding)
- Trabajo con el niño interior y visualización de partes internas
- Metáforas terapéuticas, escritura consciente y narrativas simbólicas
- Abordaje somático del trauma (mindfulness, integración corporal)
Sanar no es olvidar: es volver a habitar tu cuerpo sin miedo
No se trata de “curar” el trauma, sino de transformar la relación contigo mismo/a. Aunque los síntomas no desaparezcan por completo, puedes aprender a habitarte con compasión, presencia y amor propio.
Si sientes que tu cuerpo te habla en un idioma que no comprendes, tal vez ha llegado el momento de aprender a escucharlo, no a silenciarlo.
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